Hija de padre caribeño nacido en la isla de Saint Kitts and Nevis y madre inglesa, la mayor de tres hermanas mujeres; Corinne Bailey Rae (Leeds, Reino Unido, 1979) cantante y compositora, durante su adolescencia fue deslumbrada por el grunge y los grupos de riot grrrrls como Veruca Salt o L7 ella misma dice: "Fue la primera vez que vi a mujeres con guitarras, estaban muy sexys. Quería ser como ellas, como líder de algo"
Esto la llevo a formar la banda se Indie pop “feminista”, Helen, con la cual logro un contrato de grabación con la discográfica Inglesa Roadrunner Records UK, pero nunca llegaron a sacar ningún sencillo ni álbum.
Corinne se sintió bastante desilusionada, a causa de ello la llevo a abandonar la música e ingresar a la universidad de Leeds para estudiar Literatura inglesa.
Para solventar los gastos de la universidad Corinne consiguió trabajo en un local de jazz en donde descubre otros estilos de música como el soul y el rythm & blues, también es por esas noches cuando conoce a su futuro marido el saxofonista de jazz Jason Rae.
En el año 2005 consigue un contrato discográfico con EMI y a principios del 2006 lanza su primer trabajo titulado simplemente Corinne Bailey Rae. Las comparaciones con otras divas del neo soul y el r&b como Joss Stone o Norah Jones no tardaron en llegar. De la mano del sencillo "Put Your Records On" logro ser nominada a dos Grammy en la categoría de Canción del Año 2006 y Disco del Año 2006, y con el mismo llegó a vender cuatro millones de copias alrededor del mundo, nada mal para un álbum debut.
Cuando todo marchaba sobre ruedas y Corinne había logrado encaminar con éxito su carrera en marzo del 2008 su marido, apareció muerto en casa de un amigo, víctima de un combinado de metadona y alcohol.
Bailey Rae vuelve al ruedo con The Sea (EMI 2010), un disco como ella misma define: “para intentar sorprender a Jason, esté donde esté”.
El primer sencillo es “‘I’d Do It All Again” una balada que sigue el camino del sonido amable característico de Corinne a medio camino entre el jazz y el soul, “I Would Like To Call It Beauty”, es otro ejemplo donde se nota la mano del productor Steve Brown y que nada esta librado al azar, cada nota, cada arreglo esta en el lugar que le corresponde, “Paris Nights / New York Mornings”, el que será posiblemente el segundo single del álbum muestra el costado mas pop de la cantante, también se destaca la melodía tenue pero no menos sublime de “Diving Hearts”.
En un género como el soul es muy difícil mantenerse de pie a las comparaciones con las grandes voces de finales de los años 50’s y principios de los 60’s, con este segundo trabajo Corinne Bailey Rae no solo a demostrado que sigue mas fuerte que nunca sino que ha dado un paso adelante con madurez y elegancia, sin la necesidad de apelar a escándalos marketineros para vender algunos discos más, como lamentablemente suele suceder con algunas otras “divas” del género.
Hay que sumergirse y bucear en silencio para poder disfrutar bien atentos de este mar lleno de melodías que nos regala una de las voces mas brillantes de los últimos años señoras y señores con ustedes Corinne Bailey Rae.
Lean Ruano.-





Como todos los finales de año es inevitable realizar el habitual balance con lo que consideramos lo mejor del año que se nos va. Con esta excusa empecé a recorrer los diferentes sitios que suelo frecuentar y en el de la prestigiosa revista inglesa THE WIRE me encontré entre los mejores 50 discos del 2009 con un nombre que despertó mi curiosidad y que sinceramente me resultaba desconocido hasta el momento



Ahora en este flamante trabajo titulado IRM (imagen por resonancia magnética), nos encontramos con un álbum un tanto más variado y juguetón que el anterior, en el cual se destacan las exquisitas percusiones de “Voyage”, los trasnochados coros en “Time Of The Assasins” son realmente sublimes, la deliciosa melancolía que emana de “In The End” o la beatlera “Heaven Can Wait”, son pruebas más que suficiente de que Beck a salido ileso de este nuevo desafío, tanto en su rol compositivo como en el de productor. Es un trabajo sumamente notable, que ubica a Charlotte definitivamente como una cantante con estilo propio, con una firme personalidad, mudando su piel de actriz a cantante, como queda demostrado en canciones del calibre de “Tricky pony”, “Greenwich mean time” o “IRM” que le da nombre al álbum. El mismo da cuenta de que, hace unos años Charlotte Gainsbourg tuvo un accidente esquiando, a consecuencia de esto, debió someterse en varias oportunidades a este tipo de estudio médico, y por ello en su memoria quedó impreso el sonido que efectuaba la máquina de IRM. Sin dudas este es su mejor trabajo hasta la fecha, ya que, realmente logra imantarnos con canciones que perdurarán en nuestras cabezas por bastante tiempo, como la hipnótica resonancia de un IRM.






GLASVEGAS – Glasvegas







