Obviando el paréntesis que represento The Effects Of 333, editado únicamente vía Web el año pasado, este nuevo trabajo Beat The Devil's Tattoo es el primer disco serio que BRMC sacan al mercado tras el eficiente Baby 81(2007.) Nos encontramos ante la primera escucha con un disco de contrastes, no porque venga acompañado de grandes cambios en su sonido (que ni falta le hace), sino por la diferencia de calidad entre la parte inicial y la floja segunda parte. Pero aun así, es una banda que me apasiona, me atrapa, estéticamente y por supuesto sonoricamente. Sus primeras cinco canciones tienen un nivel realmente muy alto comandadas por el tema que titula el álbum o la apasionada de “Conscience kille”', un alud de guitarras mal encaradas y percusiones marciales, parece que todo va a ir bien, que el rock n roll sigue en su sitio, que hayan vomitado un glorioso y contundente sexto álbum. Pero, la realidad acaba por imponerse, dejando al descubierto un disco que apuntaba muy alto y que se descalabra en plena escalada en la segunda mitad de su obra. A partir de “Evol”, el álbum da escalones hacia abajo y se descontrola, naufragando en anodinos temas de relleno que bien podrían ser caras B. Con la salvedad de “'The Toll” y “Long Way Down”, que al igual que la excelsa “Sweet Feeling”, emparentan con su cara más amable la de aquel benigno y sereno discazo que fue Howl (2005). Baby 81 Su anterior disco fue para muchos el más débil que registraron en toda su carrera pero, no para este humilde crítico, claro esta y hoy. Pasada ya media década del aclamado Howl, la banda necesitaba un lanzamiento importante. Finalmente tenemos trece canciones que, como era de esperarse, reúnen elementos de lo mejor que hemos escuchado en su discografía, con ese detalle que suena muy notorio, su decadencia hacia la segunda mitad del disco. Hay ciertos distintivos en Beat The Devil's Tattoo: resulta ser el primero editado con la nueva baterista Leah Shapiro, ex-Raveonettes, quién afortunadamente solo ha sumado al sonido que tenía Nick Jago en estudio. Es el disco más largo hasta la fecha y tiene canciones como "Bad Blood" y "Aya",que podrían llegar a ser hits instantáneos casi tan pegajosos como "Weapon of Choice" (Baby 81) y quedan muy bien acompañadas por acústicas suaves pero penetrantes como "Sweet Feeling", "The Toll" y "Long Way Down", el punto más cercano a Howl en el disco. La fuerza de BRMC sigue intacta al parecer, con punzantes momentos en "War Machine", "River Styx" y "Mama Taught Me Better" posiblemente su mejor canción. No está demás decir que hay tres bonus tracks, "1:51", "Annabel Lee" y "Martyr", esta última es de esas que uno espera encontrar dentro de un disco, no fuera como bonus. En fin, no es un álbum redondo, tampoco es tan ambicioso y a ratos se hace un poco largo pero, tiene momentos muy por sobre la media y bien arriba decayendo - como bien dijimos al comienzo - hacia el final pero no por eso redondea una placa mala, sino todo lo contrario, gusta, y hace desear más, como todas sus producciones anteriores. No abundan bandas con la actitud de BRMC y excelentes voces como las de Peter Hayes y Robert Turner. Beat The Devil’s Tattoo es una buena colección de canciones que no traen muchas novedades o sorpresas, pero al menos yo, no estoy esperando que Black Rebel Motorcycle Club incursione con sintetizadores, charangos o coros búlgaros, sino que, mínimamente continúen con su alta producción y calidad que acostumbramos que nos ofrezcan, aún todavía, sin brindarnos una obra monumental.
Diego Bochor.-
Diego Bochor.-
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