El 24 de mayo de 2009 mientras dormía en su casa de Urbana, Illinois fallecía el multiinstrumentista y cantante Jay Bennett, había comenzado su carrera subido al vendaval grunge con su primer grupo Titanic Love Affair, banda con la cual editó tres larga duración entre 1991 y 1996. En 1994 Jay había ingresado a formar parte de Wilco, quienes en 1995 editaron su álbum debut A.M. (Sire Records) y acompañó en su escalada de éxito en los siguientes trabajos Being There (1996), Summerteeth (1999) y Yankee Hotel Foxtrot en el año 2002. Jay siempre se mantuvo a la sombra de Jeff Tweedy principal vocalista y líder de Wilco.
Durante la grabación de Yankee Hotel Foxtrot el clima de tensión era extremo y las peleas entre ambos eran constantes lo que derivo en el ‘despido’ de Bennett por parte de Tweedy, esto quedó plasmado en el excelente documental I’m Trying to Break Your Heart : A Film About Wilco (2002) del director Sam Jones, hoy da escalofríos ver la imagen en la cual ambos discuten fervorosamente sobre la mezcla de un tema y Tweedy debe salir de urgencia a vomitar al baño del estudio de grabación, la tozudez de uno y el ego de otro dio por muerta la pareja compositiva del mejor Wilco.
Tras la partida de la banda Jay puso en marcha su propio estudio de grabación y trabajo como cesionista para artistas como Sheryl Crow y Allison Moorer, pero nunca pudo superar ya no pertenecer a una de las mejores bandas alternativas de rock estadounidense. Editó cuatro discos solistas sin mayor trascendencia. Como necesitaba de una urgente operación de cadera y no contaba con seguro médico que le cubriera dicha intervención, inició una demanda contra Tweedy el mismo mes de su muerte por royalties impagos.
A más de un año de su deceso, ve la luz Kicking at the Perfumed Air disco en el que estaba trabajando antes de morir. Es un álbum cien por ciento intimista, la mayoría de las canciones solo son acompañadas por la guitarra acústica de Jay y su tono de voz suena cansado y desolador, temas mid-tempo como “Mirror Ball”, “Invitation” y “Hotel Song” nos recuerdan al Neil Young menos temperamental, “Second Last Call” es una preciosa tonada típicamente americana y la calma nostalgiosa que inunda “Footprints” nos reflejan como habrá pasado sus últimos días con el corazón roto el bueno de Jay, un disco de despedida y para no olvidarnos que las buenas canciones nunca mueren.
Lean Ruano.-
Durante la grabación de Yankee Hotel Foxtrot el clima de tensión era extremo y las peleas entre ambos eran constantes lo que derivo en el ‘despido’ de Bennett por parte de Tweedy, esto quedó plasmado en el excelente documental I’m Trying to Break Your Heart : A Film About Wilco (2002) del director Sam Jones, hoy da escalofríos ver la imagen en la cual ambos discuten fervorosamente sobre la mezcla de un tema y Tweedy debe salir de urgencia a vomitar al baño del estudio de grabación, la tozudez de uno y el ego de otro dio por muerta la pareja compositiva del mejor Wilco.
Tras la partida de la banda Jay puso en marcha su propio estudio de grabación y trabajo como cesionista para artistas como Sheryl Crow y Allison Moorer, pero nunca pudo superar ya no pertenecer a una de las mejores bandas alternativas de rock estadounidense. Editó cuatro discos solistas sin mayor trascendencia. Como necesitaba de una urgente operación de cadera y no contaba con seguro médico que le cubriera dicha intervención, inició una demanda contra Tweedy el mismo mes de su muerte por royalties impagos.
A más de un año de su deceso, ve la luz Kicking at the Perfumed Air disco en el que estaba trabajando antes de morir. Es un álbum cien por ciento intimista, la mayoría de las canciones solo son acompañadas por la guitarra acústica de Jay y su tono de voz suena cansado y desolador, temas mid-tempo como “Mirror Ball”, “Invitation” y “Hotel Song” nos recuerdan al Neil Young menos temperamental, “Second Last Call” es una preciosa tonada típicamente americana y la calma nostalgiosa que inunda “Footprints” nos reflejan como habrá pasado sus últimos días con el corazón roto el bueno de Jay, un disco de despedida y para no olvidarnos que las buenas canciones nunca mueren.
Lean Ruano.-
No hay comentarios. :
Publicar un comentario