Seguinos vía Facebook

Buscanos en Facebook como Secuencia Inicial y agreganos a tu perfil, compartimos videos y novedades.

sábado, 18 de febrero de 2012

BUSCANDOTE EN EL UMBRAL, recital de Pedro Aznar, al aire libre, en Costanera Sur (viernes, 10 de febrero de 2012)

Fue una curiosa y hermosa noche en donde se hizo presente la emoción y el recuerdo. De movida, la excusa era realizar un ciclo basado en el repertorio folklórico argentino, y para eso fueron convocados Pedro Aznar y Roxana Amed; encargados de abrir la primera jornada en el anfiteatro de Costanera Sur. Sin embargo, nadie se pudo sustraer al hecho que había conmocionado a nuestra cultura nacional, tan sólo 48 horas antes: el fallecimiento de Luis Alberto Spinetta. Por eso, a pesar de que el repertorio elegido por Aznar y Amed fue casi todo folklórico, también hubo tiempo para homenajear al gran Flaco. Recordemos que, inmediatamente después de darse a conocer la triste noticia que enlutó al rock argentino, Pedro escribió un texto muy sentido que daba cuenta de su conmoción ante tal suceso. Luego, durante su show en Costanera, consolaría al público, diciéndoles que, en realidad, lo del Flaco no era una perdida; ya que, más allá de su desaparición física, “habíamos ganado un amigo para toda la eternidad”, y que debíamos preservar su mensaje, su obra, para las futuras generaciones. Antes, Roxana Amed (una de las mejores cantantes argentinas) había concluido su set interpretando “Durazno Sangrando”; y después, sería el propio Pedro el que pediría al público un minuto de silencio en honor de la memoria de Luis –un pedido, cumplido respetuosamente por las 10.000 personas presentes allí, y que concluiría con un aplauso interminable-, antes de interpretar –a dúo con Amed- esa inmortal zamba spinettiana llamada “Barro Tal Vez”. Por eso, lágrimas, canto y emoción no faltaron a lo largo de las casi dos horas que duró este concierto, en que Pedro estuvo, como siempre, impecable, cantando como los dioses, mientras se acompañaba con la guitarra criolla, la acústica de doce cuerdas, su infaltable bajo eléctrico, el teclado o un tambor de cuero

Su generoso repertorio estuvo compuesto mayormente por zambas, con un cancionero que daba cuenta de todas las regiones de nuestro país: “El Cosechero”, “La Pomeña”, “La Volvedora”, “Los Hermanos”, “La Añera”, “El Senclanteño”, “Si Llega a ser Tucumana” y “Tan Alta Está la Luna”, entre otras. Tampoco faltaron los músicos invitados –de excepción-, como el gran percusionista Facundo Guevara, Franco Luciani –como siempre, brillante en la armónica-, y Víctor Heredia, quien cantó junto a Pedro el clásico “Todavía Cantamos”. Como si esto fuera poco, poco antes apareció Pedro –con su bajo con un destornillador para golpear las cuerdas- para interpretar “Muñequitos de Papel”. Además se dio el lujo de incluir tres clásicos de la gran Violeta Parra: “Maldigo del Alto Cielo”, “Volver a los 17” –cantado a dúo, de manera emocionante junto a Roxana-, y el infaltable “Y Arriba Quemando el Sol”. Y eso fue todo… ¿Eso fue todo? No, por supuesto que no; porque después de tres bises, de tantos aplausos, de tanto canto regado; aún quedaba tiempo para una canción más, la ultima… Qué, como no podía ser de otra manera, era de él, el gran ausente/presente, ese que nunca se va a ir de nuestros corazones y oídos… Así, Pedro se sentó con la acústica y nos regaló la ultima joya de la noche: “Ella también”, ese hermosísimo tema de Spinetta incluido en su clásico álbum Kamikaze, de 1982. Y justo ahí, en ese mismo instante final, una estrella fugaz pasó recorriendo el horizonte…

Emiliano Acevedo.-

sábado, 11 de febrero de 2012

MARK LANEGAN BAND - BLUES FUNERAL (2012)

Nuevo trabajo para la garganta más áspera del grunge, Mark Lanegan un verdadero sobreviviente de aquella explosión de rock estadounidense de la década del noventa, cuando lideraba a los Screaming Trees, ha sabido llevar adelante una carrera verdaderamente camaleónica ya sea participando de proyectos ajenos –Queen of the Stone Age-, como poniendo su aguardentosa voz a disposición de la princesita indie Isobel Campbell para plasmar tres magníficos discos a dúo, y si hablamos de sobrevivientes no podemos dejar de mencionar su proyecto The Gutter Twins junto a su amigo Greg Dulli (Afghan Whings), con el que editaron el hermoso álbum Saturnalia (2008). Mark Lanegan ha visto partir a muchos de sus amigos Kurt Cobain, Layne Stanley, Elliott Smith, ha tenido problemas con la ley y sobrevivido a un accidente que lo dejo al borde de la muerte pero, siempre se las arregló para ponerse de pie y seguir adelante.
Blues Funeral es su flamante trabajo solista pero a su vez es un disco de banda la Mark Lanegan Band compuesto por canciones decoradas con todas las influencias del gran Mark, hay guitarras distorsionadas, bases electrónicas (recordar su colaboración con el dúo electro Soulsavers), pero el protagonista principal es su voz y su magistral forma de cantar, sin dudas tiene todo para ser un digno heredero del enorme Tom Waits pero con su estupenda garganta no alcanza para sostener todo un álbum y queda claro.
“The Gravedigger’s Song” que fue el corte adelanto y creo mucha expectativa abre este nuevo trabajo con una percusión de ritmo constante y sostenido lo mejor del disco, para darle paso a “Bleeging Muddy Water” y “Phantasmagoria Blues” dos oscuras baladas bluseadas de teclados al frente y guitarras fantasmales para escuchar en penumbras, “Riot in my House” devuelve a Lanegan a las guitarras afiladas de riffs poderosos con cierto sabor de antaño grunge de lo mas enérgico de este nuevo trabajo.

Blues Funeral es un trabajo un tanto desparejo, ya que, va y viene entre canciones taciturnas y sombrías como “St Louis Elegy” y tibios acercamientos electrónicos como en “Ode To Sad Disco” y cuesta encontrarle el hilo conductor a todo el álbum.

“Quiver Syndrome” intenta ser un proto punk pero queda a mitad de camino con insulsos arreglos de teclados, “Harborview Hospital” otra balada de base electronica simple y aburrida “Leviathan”
“Deep Black Vanishing Train” es la balada country del disco y logra crear un clima íntimo y emotivo de los pocos en todo el disco.
Mark Lanegan un amante de las canciones tristes esta vez nos deja con un sabor agridulce, Blues Funeral era un trabajo muy esperado para este 2012 pero, termina siendo una obra despareja y sin aportar gran cosa a la obra de este gran artista.
Lean Ruano.-

THE CARS - MOVE LIKE THIS (2011)

The Cars está de vuelta, y con disco nuevo. ¿Qué? Sí, oyó bien; es la misma banda ochentosa liderada por Rick Ocasek, ese flaco feo y alto que se levantaba a la linda, el que cantaba “You Are the Girl (of My Dreams)”; y, también, el mismo grupo que grabó “Drive”, un clásico de las FM (y de los telos del conurbano…). Si bien –como le ocurre a muchos de los grupos que se reúnen- ellos también tienen un integrante muerto (Benjamin Orr, su histórico bajista y cantante, fallecido en el 2000), eso no impide que vuelvan a la ruta, como si nada, partiendo desde el punto exacto en que los dejó su última producción de hace 24 años. Como si emularan a ese personaje (“Walter”) encarnado por Daniel Hendler en un comercial de una telefónica, los integrantes de The Cars también parecen haber sido descongelados de su cámara criogénica, para reaparecer con su música de walkman en esta era del i-Pod. (…y quizás, a esta altura ya nos dimos cuenta de que al único que nunca descongelaron es a Walt Disney…) ¿Y a que viene toda demente introducción? Al hecho de que esta nueva producción de The Cars suena exactamente igual que el resto de su discografía anterior, es decir: un rock medio, oscuro pero melodioso como el pop, fácil de escuchar, que no irrita, con guitarras filosas y prolijitas, los típicos tecladitos, y ese ritmo mecánico de siempre. Y está bien que así sea, para que de paso podamos apreciar de donde robaron algunos de los grupos surgidos en la última década y media -como Weezer, The Strokes, Franz Ferdinand o Kaiser Chiefs-; porque The Cars era también eso: un grupo, medio de rock, medio de pop, sin demasiado compromiso, que hacía una música que mezclaba el sonido urbano de Television con el material más tranquilo de la Velvet Underground. Una new wave contenida. Y si te preguntás como suena el nuevo disco, te comento que nada mal; es decir, nada mal para un grupo cuyo mejor disco es su Greatest Hits de 1985 -junto a, quizás, Heartbeat City, su opus de 1984, que traía, además de la mencionada “Drive”, a los hits “You Might Think” y “Magic”-. Por eso, aunque este intachable y elegante Move Like This 

tampoco pasará a la historia, ni será recordado como un disco clásico, cumple con las expectativas de los nostálgicos, ya que está bien, pero hasta ahí; agrada sin empalagar, te gusta, pero es casi igual que escuchar FM Aspen, que como el agua mineral, no te hace ni bien ni mal… 

Empieza con la efectista “Blue Tip”, una muy linda canción, marca registrada de la casa, que contiene esos típicos deliciosos tecladitos (sintes Roland) de los que habíamos hablado antes; y quizás por eso, seguramente, éste y “Sad Song” sean los temas más destacados de este nuevo álbum. La increíble “Too Late” es impresionantemente retro y te convence de que estamos de vuelta en 1984, pero no, lamentablemente, eso no pasará amigos; así que tranquilos, y no salgan corriendo a comprar figuritas de Snoopy, las revistas Anteojito y Cosmik, los autitos Galgo o cartucheras de Kitty, porque ya no hay más… Siguiendo con este Move Like This, también tenemos a “Keep on Knocking”, un tema en clave rock que está muy bien; el oscuro “Take Another Look”, con su ritmo nostálgico de Casiotone –y un estribillo nacido para arrasar corazones-; “Drag on Forever”, que suena como si la Velvet volviera ahora con un sonido mucho más blandito pero igual de retorcido; “It`s Only”, un tema roquero americano de carretera ala Tom Petty; “Free” y “Hits Me”, dos canciones bastante previsibles, sin demasiado para destacar; y “Soon”, el himno gospel sintetizado que nunca se le hubiese ocurrido a U2… 
En resumen, un disco ideal para ser escuchado por personas nostálgicas de la década de los chupines, los raros peinados nuevos, el nevado y las calzas fluo… Si usted es uno de esos, vaya a comprar este Move Like This ya mismo. Hablar una palabra más acerca de este álbum sería totalmente al dope…
Emiliano Acevedo.-

jueves, 2 de febrero de 2012

LEONARD COHEN - OLD IDEAS (2012)

A los 77 años Leonard Cohen nos entrega un nuevo trabajo en estudio, diez nuevas páginas impregnadas de oscura lucidez que resuenan en su voz mas cavernosa que nunca. El gran poeta canadiense eligió el camino de la música allá por 1966 cuando ya había editado seis libros con buenas críticas sobre todo “Beautiful Losers”; también por esos días se dio cuenta que, el dinero que le daba la literatura no era el suficiente como para vivir y se dedicó a escribir canciones. A los 18 años había tocado la guitarra en un grupo de country & western sin demasiadas pretensiones pero, en 1966 afirmó que se convertiría en el Bob Dylan canadiense. Nada pronosticaba que el joven Cohen de dedicaría de lleno a la música, su fuerte era la poesía, sin embargo, sus primeros tres discos ya son parte fundamental de la canción de autor: Songs of Leonard Cohen (1968), Songs from a Room (1969) y Songs of Love & Hate (1971) forman una impecable trilogía trasformando a Cohen en el “poeta” del rock, y su temática giraba alrededor del dolor del desamor, la religión y la soledad. Cuando el canadiense debutó en el mundo de la música ya tenía 33 años y cierto prestigio como escritor en Canadá y algunos lugares de EE.UU.
En 1993 después de finalizar la gira de presentación de su disco The Future (1992) Cohen decide retirarse a un monasterio Zen para profundizar su práctica de meditación, que ya lleva realizando hace mas de veinticinco años. Luego vino la estafa por más de cinco millones de dólares por parte de su manager Kelley Lynch y por mas que las sentencias judiciales fallaron a favor del músico, Cohen nunca volvió a ver un centavo de ese dinero y se declaró en banca rota, lo cual lo obligo a volver a la ruta. Editó Ten New Songs (2001) y Dear Heather (2004) además del doble en vivo Live in London (2009).

Old Ideas comienza con “Going Home” la voz profunda pero frágil a la vez de Cohen declara ser “un bastardo perezoso que vive en un traje, queriendo escribir una canción de amor, un himno de perdón”, tratando de resumir su propia existencia Coehn intenta llevar adelante esta charla con Dios para que lo deposite en un lugar mejor que esté sin tristeza ni dolor. Luego le sigue “Amen” un karma, una plegaria de 7.35 minutos clima nocturno jazzy, batería acariciada por escobillas y coros femeninos acompañan al músico canadiense en una de las mejores canciones de este nuevo trabajo, “Darkness” un blues taciturno “No tengo futuro Sé que mis días son pocos El presente no es tan placentero Apenas un montón de cosas que hacer . Creí que el pasado me iba a durar. Pero la oscuridad también se apoderó de eso” pasado, presente y futuro en la lírica de un poeta resignado a la oscuridad sabiendo que se encuentra en el último pasaje de su existencia excelente trabajo de órgano Hammond en el solo. 
La música de Old Ideas es de características nocturnas, ritmos lentos y cansinos acompañan la preciosa prosa de este gran poeta devenido en cantautor, todos sabemos que Leonard Cohen ha vuelto al mercado de la música para recomponer su situación financiera, pero ha sabido reinventarse como artista dando shows de casi tres horas de duración repasando toda su extensa carrera. Hace unos años el propio Cohen declaraba “darle sentido a la vida no es algo definido, es una actividad sin fin”. Discos como Old Ideas siguen definiendo sentimental y musicalmente a este enorme poeta y compositor.
Lean Ruano.-