Suenan los primeros acordes de la minimalista “We No Who U R” (tema que abre
el álbum y que ya se había dado a conocer hace algunos meses en forma de
adelanto) y nos encontramos con ese genial magnetismo sombrío y nostálgico de
discos como Nocturama (2003) o No More Shall We Part (2001). Este es
el decimoquinto trabajo de Nick junto a los Bad Seeds, en el cual a
contado con la amplia colaboración de Warren
Ellis a la hora de componer y conformar los arreglos de cuerdas. El violinista
ya participó de varios soundtracks junto al australiano y todos son de una
envergadura notable, tal es el caso de The Proposition (2005) y The Assassination of Jesse James by Coward
Robert Ford (2007), la música del ex Birthday Party siempre contiene tintes
cinematográficos con un amplio manejo de climas noctámbulos y opresivos. Su aporte queda representado sobre todo en temas como “Water’s Edge” y “We Real
Cool”. Los fantásticos coros de gospel trasnochado hacen de la
siniestra murder ballad “Jubilee Street” uno de los puntos mas altos del álbum
al igual que las baladas delicadas “Mermaids” y “Push the Sky Away” encargada
de cerrar el disco. La extensa “Higgs Boson Blues” aporta la mínima cuota de
rock que contienen los nueve tracks que completan el álbum.
Envuelto en una lírica que roza el surrealismo, Cave se
adueña de las historias con una voz que
susurra frases sin una linealidad aparente, en otros casos simplemente recita
pero su magnifica forma de vocalizar siempre se mantiene intensa y misteriosa.
Este nuevo álbum de Nick Cave será para el gozo de aquellos
que se desarman ante su costado mas melódico, no para aquellos otros que disfrutan de un
Cave ruidoso y atronador. Pero lo más importante es que tenemos frente a
nuestras narices un nuevo álbum de rock oscuro y dramático de uno de los mas
grandes cantautores contemporáneos, que con cada entrega de su arte nos sigue deslumbrando una vez mas.
Lean Ruano.-
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