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lunes, 3 de septiembre de 2012

THE BEACH BOY - THAT´S WHY GOD MADE THE RADIO (2012)


El nuevo disco de los Beach Boys es extraño, aunque, por momentos, recupere algo de la mística de este grupo histórico. ¿Autoreferencial? Sí, por supuesto. ¿Nostálgico? Obvio, ¿qué duda cabe? ¿Contiene música pasada de moda? Definitivamente, no. Por algo el sonido y las extraordinarias armonías vocales del grupo de Brian Wilson siguen siendo imitadas (y afanadas) por medio mundo en el rock actual, desde los Fleetfoxes a Animal Collective. A pesar de eso, parecía irreal poder concebir el regreso de Los Beach Boys, ya que parecen un avión averiado al que se le desprendió una de sus alas, debido a la muerte de Dennis y Carl Wilson, dos de los integrantes originales del quinteto. Sin embargo, Brian Wilson, Mike Love y Al Jardine -junto a sus viejos colaboradores musicales Bruce Johnstone, el guitarrista David Marks y Jeffrey Foskett- se dan el gusto de rearmar la banda, a partir de sus restos ilustres, y celebrar su 50 aniversario a todo trapo con este dignisimo trabajo. Porque, definitivamente, el mérito de That´s Why Made the Radio es traer de regreso la vieja magia imperecedera de Los Beach Boys, esa música milagrosa que, instantáneamente, ponía en marcha nuestra moviola mental logrando algo que muy pocos grupos han hecho: captar nítidamente un estilo de vida, preservando esa visión de alegría y juventud, desde "I Get Around" hasta hoy. Porque es así nomás, cada vez que suena alguna canción de los Beach Boys es imposible no imaginar cuerpos bronceados, palmeras, mar y arena; playas interminables de agua cristalina y cielos azules; hermosas chicas californianas con diminutos bikinis, y muchachos portando tablas de surf. Interminables jornadas de aventura y diversión. El símbolo de una California soleada y feliz que tal vez ni siquiera existió jamás. Esa fantasía también es parte de la grandeza de un grupo que alcanzó su cumbre lírica con discos impresionantes como Pet Sounds (1966), Sunflower (1970) o Surf´s Up (1971).
Por lo pronto, este álbum nuevo comienza con el emotivo “Think About the Days”, en donde estos viejos amigos nos susurran maravillas. Luego llega “That´s Why God Made the Radio”, el primer corte de difusión, un muy buen slow rock, complejo y atractivo. Mientras que “Isn´t it Time” y “Spring Vacation” (éste último, casi, un repaso al pasado del grupo) son dos buenas canciones con gran gancho comercial, en sintonía con el sonido FM. Lamentablemente, el disco cae en un pozo con la inclusión de “The Private Life of Bill and Sue” y “Beaches in Mind” (de Wilson y Love, respectivamente), dos canciones modestas que se acercan peligrosamente al estilo horrible del exitoso “Kokomo” (incluido en la banda sonora del film Cocktail, a fines de los ´80). Por suerte, recuperan la buena senda con “Shelter”, un tema en donde Brian Wilson vuelve a dar rienda a toda su megalomanía, afanándole (como en el pasado) un poco de grandilocuencia sónica a ese otro loco llamado Phil Spector. Mas tarde, es el turno de “Daybreak Over the Ocean”, un viejo tema poco destacado, compuesto (¡en 1978!) por Mike Love; y “Strange World”, una canción maravillosa de Wilson, de desconcertante belleza, que con su magnificencia recuerda al clásico “Then I Kissed Her” (¡esas castañuelas!). Sin dudas, el marco ideal antes de que comience el plato fuerte del disco: la “Life Suite”, un conceptual paseo temático en donde Wilson nos regala tres canciones de excepción: la sutil “From There to Back Again”; la etérea y playera “Pacific Coast Highway”, dedicada a la memoria de Dennis; y la dulce “Summer´s Gone” (¡co-compuesta con Jon Bon Jovi!), un emotivo cierre en donde Brian recuerda a su hermano Carl y a su madre, ambos fallecidos a fines de los ´90. El mejor final posible para un disco conmovedor que se saca de encima, por un rato, la profunda tristeza y melancolía –además de la sombra de vejez y muerte- generada por tantos veranos imposibles de recuperar. 
Emiliano Acevedo.-   


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