25x5: The Continuing Adventures of the Rolling Stones (1989) de Nigel Finch, es un documental que retrata la evolución de los Rolling Stones durante los primeros 25 años de su carrera. Es considerado por varios medios y críticos el mejor documental de la banda no solo por contener imágenes inéditas sino, también, porque es el único en el que los propios integrantes son los que cuentan su historia. Pero no se trata solo de una crónica, este film, también agrega detalles de los primeros años de Mick Jagger y Keith Richards –desde aquel histórico rencuentro de estos dos amigos de la infancia en una estación de tren, cuando fundaron la banda-, profundizando en sus vidas personales, y a la vez ofreciendo un tributo a los ex integrantes ya fallecidos (Brian Jones y Ian Stu Stewart).
Además, es valorable, para apreciar en su totalidad el fenómeno, la inclusión de canciones enteras, desde presentaciones en TV y concierto y los clásicos videos clips. Las entrevistas también son fortalezas de esta película, especialmente la aparición de Mick en El Show de Dick Cavett, o cuando Dean Martin los ninguneó en su programa.
25x5 incluye varios clips televisivos de la década del 60’, imágenes de los conciertos de los 60’, 70’ y 80’, y escenas del film Cocksucker Blues, nunca publicado y cuya distribución fue prohibida por los mismos Rolling Stones tras demandar su director, Robert Frank, después de verlo. También, escenas de Rock'n'Roll Circus, Ladies & Gentlemen, The Rolling Stones, Love You Live (Concert film), Gimme Shelter, Sympathy For The Devil –el film documental de Jean Luc Godard-, Hampton '81, Let's Spend The Night Together, o el primer protagónico de ficción de Mick, Performance. Incluso los muestra a ellos en el estudio en 1989, y con sus familias.
Una extensa colección de imágenes en vivo, y de archivo, incluyendo varias apariciónes en The Ed Sullivan Show, y el trágico concierto de al aire libre en el circuito de Altamont, cuando un joven negro (Meredith Hunter) fue asesinado por un Hell´s Angel, el grupo de motoristas encargado de la “seguridad” del evento.
Este film, que no habría sido tan bueno si hubiese sido más corto, se centra, más que en la historia de la banda y su desarrollo musical, en los más sensacionales episodios de la vida personal de sus integrantes, incluyendo sus traumáticas experiencias vinculadas a la fama, los excesos y las drogas. La historia de Los Stones en sus tempranos años (cuando lanzaban televisores al vacío desde la ventana de una habitación de hotel) antes de “sentar cabeza” para convertirse en aquello que al principio descartaban de cuajo: ser hombres respetables. Esta es más que una historia que abarca de 1962 a 1989. Es la visión sobre el mundo de cinco arrogantes chicos, con pinta de bandidos, sabiendo que el tiempo era todo suyo y que al final la chica elegida siempre volvería con ellos, hasta las experiencias de esos treintañeros tardíos que pedían al tiempo que dejara de correr. Es el primer cuarto de siglo –y el más suculento, sin dudas- del grupo de rock que ha perdurado durante más tiempo en la historia de la música.
Nigel Lucius Graeme Finch nació en agosto de 1949 en Tenderden, Inglaterra. Su carrera comienza en 1970 como co-editor para la BBC en la serie Arena. Ha dirigido y producido varios programas notables como My Way (1978), y The Private Life of the Ford Cortina (1982). Alcanzó relevancia con el documental Chelsea Hotel (1981), donde retrata al famoso hotel neoyorkino y su herencia de huéspedes gays célebres, entre los que se incluyen a Oscar Wilde, Tennessee Williams, William S. Burroughs, Quentin Crisp o Andy Warhol.
Su carrera fue una gran influencia para el desarrollo del cine de temática gay británico.
Finch murió de sida en Londres en febrero de 1995 durante la post producción de su primer largometraje Stonewall.
LA BANDA:
The Rolling Stones son considerados uno de los más grandes e influyentes grupos de la historia siendo la banda que sentó las bases del rock contemporáneo y contando desde sus inicios con el favor de la crítica. Por eso en 1989 fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll.
Esta banda británica originaria de Londres que desde su gira por EEUU, en 1969, se autodenominaron la banda de rock and roll más grande del mundo, fue fundada en abril de 1962 por Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richards, Ian Stewart y Dick Taylor. El guitarrista Geoff Bradford y el baterista Mick Avory los apoyaron en sus primeros ensayos, mientras que los bateristas Tony Chapman y Carlo Little tocaron en sus primeras actuaciones. Tras la salida de Taylor en diciembre de 1962, ingresaron en su lugar el bajista Bill Wyman y en enero de 1963 el baterista Charlie Watts. A petición de su mánager, Stewart fue retirado de la alineación en 1963, aunque siguió colaborando con su piano en las sesiones de grabación y como road manager. Brian Jones fue despedido en 1969, pero moriría ahogado en su piscina –en un episodio nunca del todo aclarado. Al poco tiempo, Mick Taylor lo remplazaría –debutando en el multitudinario show del Hyde Park londinense- hasta su partida en 1975, cuando sería remplazado por Ron Wood, el guitarrista solista definitivo de la banda.
Eran “el grupo número dos”; pero poco importó. Durante sus primeros 25 añitos nos regalaron, entre otras, joyas como Between the Buttons (1967), It´s Only Rock and Roll (1974), Some Girls (1978) o Tatoo You (1981).
Una verdadera maquinaria de canciones inolvidables, siempre nuevas, a veces psicodélicas como en el fantástico y nunca bien ponderado Their Satanic Majesties Request (1967). Aunque, seguramente, será imposible superar a la trilogía de Beggar´s Banquet (1968), Let it Bleed (1969) y Sticky Fingers (1971). O a la que quizás sea su mejor obra, el doble Exile on Main St. (1972). Hicieron sus mejores shows en los ´70 y principios de los ´80, acompañados de instrumentistas de gran valía como Billy Preston (teclados), Stu Stewart (piano), y Bobby Keys o Mel Collins (saxo).
Estos son tan solo algunos de los mil datos que quedan afueran de una reseña que nunca podría abarcarlos.
Una trayectoria profesional asimilable a un viaje épico. Además, como ha quedado demostrado a lo largo de la extensión de su longeva carrera, no hay duda de que The Rolling Stones constituye el mayor espectáculo en vivo y en directo del mundo.
Estos son tan solo algunos de los mil datos que quedan afueran de una reseña que nunca podría abarcarlos.
Una trayectoria profesional asimilable a un viaje épico. Además, como ha quedado demostrado a lo largo de la extensión de su longeva carrera, no hay duda de que The Rolling Stones constituye el mayor espectáculo en vivo y en directo del mundo.
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