La agrupación californiana siempre se destacó por la potencia de sus canciones, con demoledores riffs de guitarras y una propuesta como el mismo Homme definió de rock n’ roll sexy, por sus filas pasaron colaboradores de alto calibre desde Mark Lanegan aportando su rabiosa guitarra y hasta el mismísimo Dave Grohl participó sumando sus característicos golpes de tambores - algo que también hace en este nuevo disco-, en el cual participan tres bateristas distintos, además de Grohl son de la partida, el batero original del grupo Joey Castillo y el ex Mars Volta Jon Theodore. Esta nueva alineación de Queens of the Sotene Age se conforma con Troy Van Leeuwen en guitarras, Dean Fertita en guitarras y teclados y Michael Shuman en bajo, pero el que dirige toda la orquesta es Homme y eso no se discute.
Este nuevo trabajo se caracteriza por contener una lírica más nostálgica y melancólica en las canciones, mostrando el costado mas dark de la banda, ya no todo es guitarras desbordantes y estruendosas, ese “bajar los decibeles” sea quizás lo que sus fans más acérrimos podrán criticar de esta nueva obra.
Indudablemente es el disco mas maduro del grupo y el mas trabajado desde la producción, pero también hay que decir que no está a la altura de los clásicos de la banda como Rated R (2000) o Songs For The Deaf (2002) pero es un trabajo que se disfruta porque contiene realmente muy buenas canciones, trabajadas con muchísimo detalle hasta el perfeccionismo. Desde el arranque con “Keep Your Eyes Peeled” nos envuelve una encantadora oscuridad, muy palpable en la agrietada voz de Homme, los puntos más altos llegan con la blusera “Smooth Sailing”, la arrolladora “I Sat By The Ocean” y la rutera “If I Had A Tail”.
Una de las cosas que también sorprende es, la cantidad de invitados que pululan durante todo el transcurso del disco, como también así la variedad de los mismos, Jake Shears de Scissor Sisters, Alex Turner de Arctic Monkeys, Trent Reznor y Sir Elton John también aporta lo suyo. Lo que demuestra que Josh Homme no tiene ningún tipo de prejuicios a la hora de amalgamar su rock denso y psicodélico con melodías casi pop que se pueden colar en cualquier radio, este es un trabajo para escuchar en detalle y no perdernos de la sutileza que nos propone en cada arreglo, dejarnos sorprender por la sonoridad de algunos pianos y sintetizadores envueltos entre las marañas de guitarras distorsionadas. Para aquellos que esperaban un disco de rock desenfrenado se van a sentir un poco decepcionados, pero bienvenido sea el cambio con propuestas un poco mas arriesgadas que nos hacen parar la oreja y estar un poco mas atento a lo que sucede, ¿o acaso el rock no es sinónimo de cambio y transgresión?
Lean Ruano.-
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