Los Black Crowes fueron la banda encargada de redefinir el rock n’ roll en la década del noventa con discos que sudaban mucha ruta y polvo sureño, ese linaje que heredaron de grupos como Lynyrd Skynyrd y The Allmand Brothers, la trilogía inicial de los de Altlanta se escribe en las paginas grandes del rock Shake Your Money Maker (1990), The Southern Harmony and Musical Companion (1992) y Amorica (1994) son discos indispensables en cualquier discoteca rockera. Comandados por los hermanos Chris Robinson en voz y Rich Robinson en guitarras y coros, fueron forjando una carrera al costado de todo tipo de modas de la época llámese grunge o rock alternativo, ellos siempre en la suya tocar rock n' roll. Tras ocho discos de estudios y los distintos cambios de formación los hermanos Robinson se toman pequeños espacios para dedicarle tiempo a sus proyectos solistas y cada tanto volver a rockear con los cuervos.
Chris el mayor de los hermanos dio el puntapié inicial de su
carrera solista en el 2002 con New Earth
Mud, al cual le siguió This
Magnificent Distance en el 2004.
Este nuevo proyecto al cual se suma el guitarrista Neal
Casal (ex Cardinals junto a Ryan Adams) es un conjunto de canciones con tintes
psicodélicos y varios pasajes instrumentales anclado en la década del setenta
digno de las jams de Grateful Dead o los Jefferson Airplane ese es el espíritu
que sobrevuela este lisérgico Big Moon
Ritual, un disco completamente fuera de los cánones que maneja la industria
discográfica hoy en día de consumo rápido y voraz , para disfrutar de este
trabajo hay que tomarse su tiempo y escucharlo repetidas veces, canciones de
catorce minutos como “Tulsa Yesterday” encargada de abrir este vuelo lunar no
es lo que abunda hoy en día y mas allá de la música un trabajo como este se
agradece por eso porque no importan los limites. Chris Robinson hace lo que
tiene ganas de hacer desde la soulera “Rosalee” pasando por la melancólica
“Beware, Oh Take Care” o los brillantes solos de “Star or Stone” y “Tomorrow
Blues”, un álbum que recorre todos los matices y variantes del genero. Está claro que no va a ser un disco clásico que todos recordaremos eternamente pero
tampoco creo que ese sea el objetivo final de Robinson y sus nuevos compañeros
de ruta sino mas bien disfrutar haciendo la música que llevan en la sangre y
seguir germinando la semilla del rock n’ roll que es algo que saben hacer de
sobrada manera.
Lean Ruano.-
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